"Me arrepiento de los platos deliciosos rechazados por vanidad, tanto como lamento las ocasiones de hacer el amor que he dejado pasar por ocuparme de tareas pendientes o por virtud puritana", ya que "la sexualidad es un componente de la buena salud, inspira la creación y es parte del camino del alma... Por desgracia me demoré treinta años en descubrirlo", como dice Isabel Allende en Afrodita.